Caboverdianos en los Países Bajos: Abrazando el Patrimonio, Cultivando Comunidades
En Holanda, los caboverdianos han establecido una comunidad dinámica que influye significativamente en las dimensiones culturales y económicas del país. Con una población de 23.150 habitantes en 2022, los caboverdianos de los Países Bajos cuentan con una historia migratoria entrelazada con vibrantes contribuciones en diversos sectores.
Historia de la migración: La oleada migratoria inicial de Cabo Verde a Holanda se produjo durante las décadas de 1960 y 1970, y estaba formada principalmente por hombres jóvenes que servían como marineros en barcos holandeses. Concentrados principalmente en Rotterdam, sobre todo en los alrededores de Heemraadsplein, estos primeros inmigrantes fueron registrados inicialmente como inmigrantes portugueses procedentes de la provincia de ultramar portuguesa de Cabo Verde. Tras la independencia de Cabo Verde de Portugal en 1975, se produjo una afluencia posterior de inmigrantes entre los que había educadores, personal militar y funcionarios del gobierno. Una amnistía de inmigración en 1976 facilitó esta transición.
Comunidad actual: La comunidad caboverdiana ha experimentado una considerable expansión, sobre todo en individuos de segunda generación nacidos en Holanda de padres emigrantes caboverdianos. Forman parte de una comunidad de habla portuguesa más amplia en Holanda, y contribuyen a un colectivo que incluye a personas de países PALOP, brasileños y portugueses.
Distribución geográfica: Aproximadamente el 90% de los caboverdianos en Holanda residen en el área metropolitana de Rotterdam, principalmente en distritos como Delfshaven, donde constituyen una parte notable de la población. Aunque Rotterdam es el núcleo principal, también hay comunidades más pequeñas en ciudades como Schiedam, Ámsterdam, Zaanstad y Delfzijl.
Contribuciones económicas: Los caboverdianos han demostrado un éxito encomiable en el mercado laboral, superando a menudo a varios grupos de emigrantes pero quedando ligeramente por detrás de los ciudadanos holandeses nativos. Se han hecho un hueco en diversos sectores, que abarcan peluquerías, transporte, agencias de viajes, y están avanzando mucho en los ámbitos de la música y las bellas artes contemporáneas.
Compromiso comunitario: La comunidad caboverdiana de Rotterdam cuenta con más de 60 organizaciones civiles, que participan y contribuyen activamente en iniciativas sociales y culturales. Las peluquerías no sólo sirven como negocios, sino también como espacios comunitarios, ofreciendo puntos de encuentro para las mujeres. Su influencia no es sólo económica, sino también cultural, enriqueciendo la diversidad y el dinamismo del entorno holandés.
La diáspora caboverdiana en Holanda resume una historia de resistencia, conservación del patrimonio cultural e integración con éxito. Su historia personifica la celebración del patrimonio al tiempo que participan activamente en la sociedad holandesa, fomentando una comunidad cohesionada y haciendo aportaciones positivas al paisaje multicultural del país.
