Rabelados: una comunidad que resiste a los cambios de la modernidad
Los Rabelados de Espinho Branco son una comunidad religiosa y cultural única que vive en la localidad de Espinho Branco, en el municipio de São Miguel, en la isla de Santiago. Su historia y sus interesantes tradiciones atraen la atención de muchos, lo que las convierte en un importante activo cultural para el país.
La palabra Rabelados significa literalmente “rebelde” y surgió en la década de 1940 a raíz de un cisma en la Iglesia católica local. Descontentos con los cambios en las prácticas religiosas tradicionales, un grupo de personas se separó de la iglesia oficial y fundó su propia comunidad con una adscripción católica única.
Liderados por José Leitão, conocido como “Nho Toné”, los Rabelados se asentaron en Espinho Branco, tratando de preservar sus creencias y su modo de vida autónomo. Estas creencias se basaban en una interpretación única de la Biblia, que combinaba elementos del catolicismo con tradiciones del continente y creencias populares.
Adoran a un Dios y veneran a Jesucristo, pero rechazan ciertas prácticas de la Iglesia católica, como el bautismo infantil y el uso de imágenes religiosas.
Forma de vida tradicional
La vida en la comunidad de Espinho Branco está marcada por la sencillez y un fuerte sentido de comunidad. Los Rabelados viven principalmente de la agricultura y la pesca, utilizando técnicas tradicionales y sostenibles. La comunidad también es conocida por su artesanía, especialmente por la producción de objetos de paja y madera.
La comunidad de Rabelados vive de su artesanía, sobre todo de la pintura y la artesanía, desde 1997. Y con el tiempo, con la ayuda y orientación de la artista Mizá, se creó el espacio Rabelart, donde los creadores de la comunidad exponen y venden sus obras a los turistas y lugareños que les visitan.
En cuanto a la construcción de sus casas, las viviendas de los Rabelado están construidas con materiales sencillos como arcilla, piedra y paja. La vida social gira en torno a la iglesia y las actividades comunitarias, como las fiestas religiosas, el trabajo agrícola colectivo y las celebraciones tradicionales. La música y la danza también desempeñan un papel importante en la cultura de los Rabelados.
Retos y preservación
A lo largo de los años, la comunidad de Rabelados de Espinho Branco se ha enfrentado a diversos retos, como la discriminación y las dificultades para acceder a los servicios básicos. A pesar de las adversidades, la comunidad se ha esforzado por mantenerse fiel a sus tradiciones y valores, preservando su identidad única.
Últimamente ha crecido el interés por conocer y preservar la cultura de Rabelados, incluyendo varios proyectos destinados a promover el desarrollo sostenible de la comunidad y valorizar así este patrimonio cultural -la comunidad de Rabelados- para reforzar su identidad.
También hay que decir que el turismo también ha contribuido a dar a conocer la cultura de Rabelado, atrayendo a visitantes interesados en conocer esta comunidad única.
En la actualidad, la comunidad de Rabelados cuenta con unas mil personas, y con el crecimiento del número de jóvenes, muchos de ellos han optado por no seguir las tradiciones del Rabeladismo, aceptando el bautismo y el matrimonio católico, así como optando por construir casas de bloques de cemento en lugar del tradicional funco de paja.
En cuanto a la vivienda tradicional, cabe señalar que la falta de material para hacer casas de diversión ha sido una de las razones por las que los jóvenes prefieren hacer casas más modernas, y que la paja de la caña de azúcar, que es uno de los materiales utilizados para construir casas, ahora se reutiliza para alimentar a los animales.
En relación con estos cambios, también hay que decir que ahora existe una demanda de atención médica por parte de los jóvenes, así como su presencia en el sistema educativo. Aunque es raro, algunos incluso llegan a cursar estudios superiores, llevando una vida diferente a la de sus antepasados.
Con todas estas noticias, el líder de los rebeldes de Espinho Branco, José Carlos Tavares, más conocido como Tó, y algunos artistas, temen que las tradiciones se pierdan a medida que la comunidad vea y absorba las influencias externas, abrazando gradualmente el cambio y dejando atrás las viejas tradiciones.
Cabe señalar que, a mediados de marzo de este año, un incendio devastó la comunidad de Rabelados, provocando la pérdida de las viviendas de siete familias y la destrucción de los pastos utilizados por los ganaderos locales. Por ello, el alcalde de São Miguel se ha mostrado dispuesto a ayudar a la comunidad en todo lo que pueda, y en las redes sociales algunas personas se han sensibilizado con la situación y han puesto en marcha campañas de recaudación de fondos para ayudar a esta comunidad, que existe desde hace más de 70 años.